lunes, 24 de octubre de 2011

Los "deberías" que aceptamos sin rechistar



La Luna es también la regente tradicional del signo Cáncer, un signo relacionado con el estómago y la digestión. En astrología, la Luna (parte emocional) y el estómago están relacionados. Eso explicaría los famosos "nudos en el estómago" que sentimos con determinados estados emocionales (miedo, ansiedad, preocupación...). 

Pero también tiene otras implicaciones psicológicas.

Fritz Perls, creador de la psicoterapia Gestalt, fue quien primero indicó que nuestra forma de vivir las experiencias tiene mucho de "digestión". Es decir, podemos digerir las experiencias, sintiéndolas e integrándolas en nuestro cuerpo, corazón y voluntad, o quedarnos "atascados" y no terminar de "digerirlas". 

Un ejemplo son las introyecciones, que son los pensamientos y juicios de otros que "nos hemos tragado" sin masticar, es decir, sin aplicarles nuestro propio juicio y nuestra personalidad. 

Piensa en esto: ¿cuántas veces has pensado, en tu intimidad, que una mujer debería ser buena ama de casa? ¿que deberías tener un cuerpo diez? ¿que deberías tener el "instinto" de ser madre? ¿que las relaciones deberían ser así o asá? ¿que no deberías quejarte tanto? Y aquí podemos escribir una lista larguísima.

Porque todas hemos oído los juicios y conclusiones de nuestros familiares, profesores, amigos y personas a quienes admiramos sobre lo que está bien o mal. Hemos interiorizado que deberíamos acercarnos a lo que otros enjuician como bueno y alejarnos de lo que se enjuicia como malo

Pero, ¿cuánto hay de ti en esas valoraciones? ¿Cuáles te pertenecen, porque las has pensado y sentido como tuyas, o cuáles te han llegado como "caídas del cielo" a temprana edad y continúan siendo una parte de tu bagaje inconsciente?

Cuando pensamos desde esos "debería/ no debería" tan asfixiantes y agotadores, no dejamos a la niña interior sentir y darse cuenta de quién es ella y de sus inmensas posibilidades.

Nuestra niña interior



La Luna también representa en astrología nuestra NIÑA INTERIOR. 

Nunca dejamos de tener una parte fresca, ingenua, espontánea, libre y creativa dentro, por más que estemos cargadas de responsabilidades y obligaciones. Aunque a veces nos parezca la vida un lugar "sombrío" siempre hay una parte de nosotras que está dispuesta a JUGAR, a INVENTAR, a REÍR, a DISFRUTAR. 

Los niños siempre intentan maneras nuevas de conseguir lo que desean. No se rinden. Se sorprenden de lo que los adultos dan por sentado. Tienen fantasía. Se expresan con el corazón. No se avergüenzan de ser ellos mismos. 

En nuestro interior vive una niña a la que podemos dar cabida y no ignorar. Si la criticamos o la juzgamos severamente ("ahora no deberías sentir eso", "tienes que hacerlo aunque no te apetezca", "no tienes los pies en el suelo", "no has llegado a hacerlo perfecto"...), nuestra niña se quedará callada y silenciosa y no nos enriquecerá con su alegría y desparpajo.

¿Cuánto te exiges a ti misma? ¿Cómo de espontánea y natural te dejas ser? ¿Cuántas posibilidades ves cuando las cosas no salen como esperabas? ¿Cómo te hablas a ti misma, con dureza, o con sensibilidad?






sábado, 8 de octubre de 2011

Cómo funciona la Luna en las relaciones (I)


La Luna representa en astrología la función de contacto; apertura o cierre al contacto con otros.

Gracias al contacto confirmamos nuestra existencia individual en el mundo, al vernos reflejadas en otros y en sus reacciones. También nosotras reaccionamos con nuestra Luna al contacto; podemos sentir antipatía y "no querer abrirnos" o podemos sentir "simpatía" y abrirnos a la relación, experimentando una amplia (en realidad inacabable) gama de sentimientos tales como alegría, compañerismo, amistad, amor, etc. Ambas reacciones (apertura o rechazo) son legítimas y necesarias.

Pero ¿qué ocurre una vez dentro de estas relaciones?

No todo es sencillo, pues el mundo emocional es un mundo donde cuentan detalles y la sensibilidad.

En primer lugar, la Luna, cuya luz en realidad proviene del Sol, refleja hacia afuera lo que llevamos dentro. Todos experimentamos el mundo que nos rodea según nuestros propios matices. Es bien conocido que una misma realidad no es la misma para dos personas (test de Rorschach, 1921). Aplicamos a la realidad que observan nuestros sentidos nuestro mundo interior. Así, una pareja que espera un bebé empieza a "observar" más embarazadas alrededor o cuando quieres comprarte un coche de color blanco no ves más que coches de ese color por la calle.

En el mundo de las relaciones este mecanismo de reflejo está muy activo. Cuando algo nos preocupa, tendemos a interpretar las reacciones del otro según nuestra particular preocupación. Esto les pasa a hombres y mujeres por igual. ¿Cuántas discusiones no hemos empezado por estar más sensibles hacia ciertos temas?

Por otro lado, en la vida de pareja, es habitual que el otro nos señale defectos o nos reproche cosas que no queremos ver dentro de nosotros mismos. Esto es otro ejemplo de ese mecanismo reflector de la Luna, que proyecta fuera la luz que lleva dentro. Piénsalo, ¿es posible que lo que te reprocha el otro lleve un poquito de razón? 

Por este motivo, en las discusiones de pareja, cuando la Luna se pone especialmente protestona (tiene derecho, es nuestra niña interior), es útil preguntarse en qué parte lleva razón el otro (qué hay de mí que yo no estoy viendo) o qué puedo hacer yo al respecto y, desde ahí, comenzar la negociación (evidentemente, el otro también tiene su Luna y también necesitará darse cuenta de su parte).

Igual que la Luna arroja luz al exterior, puede iluminar nuestra comprensión de un problema.





viernes, 7 de octubre de 2011

La Luna en la carta natal: nuestro yo afectivo


Todas estamos familiarizadas con nuestro signo solar ("yo soy Cáncer", "yo soy Piscis", etc.) pero, a menos que nos hayan hecho la carta astrológica, apuesto a que no conocemos nuestro signo lunar.

La importancia que se le concede al signo solar tiene relación con la identificación casi exclusiva que hace esta cultura del yo con la mente. Nos identificarnos con lo racional, lógico y consciente que hay en nosotras. Pero las emociones y la necesidad de afecto y amor en el ser humano son tan importantes (o más según los estudios) que otras facetas más intelectuales e individualistas.

Nuestra naturaleza afectiva y amorosa particular está simbolizada en la carta por nuestra Luna. La Luna es un símbolo natural y bastante elocuente de la parte romántica y soñadora del ser humano. Observamos mejor a la Luna durante la noche y la noche es el momento típico del encuentro entre los amantes. Desde siempre se ha creído en la influencia de la Luna sobre las emociones y los sentimientos. La Luna cambia de forma, como también cambian nuestros estados de ánimo. La Luna es misteriosa y magnética.

La Luna en la carta natal está situada en un signo (Aries, Marte, Géminis...) y en una casa. Su emplazamiento indica las distintas maneras en que nos vinculamos a otros y aquello que valoramos más en las relaciones. 

Las Lunas que están en signos de fuego (Aries, Leo, Sagitario) se vinculan desde el entusiasmo con todo aquello que despierta su ilusión. Son activas en el contacto y tienen capacidad para dar el primer paso. Cuando se enamoran parece que soltaran "chispas" de tanta energía que tienen para ofrecer. Llenan de coraje a aquellos con quienes se relacionan.

Las Lunas en signos de tierra (Tauro, Virgo, Capricornio) se vinculan desde las sensaciones y la intimidad física. Aquello que el otro les hace sentir les parece determinante. Se toman más tiempo que las anteriores en "abrirse" emocionalmente, pero ofrecen gran resistencia y tenacidad en las relaciones. Brindarán apoyo y confianza incondicional.

Las Lunas en signos de aire (Géminis, Libra, Acuario) son activas y se vinculan desde la conexión espiritual. Cuando hablan con otros, sus "antenitas" captan si hay conexión entre sus ideas y formas de ver la vida. Si pueden compartir su filosofía vital y lo que es importante para ellas, se sienten feliz de haber encontrado "un compañero/a del alma" y le contagiarán una curiosidad permanente por la vida.

Las lunas en signos de agua (Cáncer, Escorpio, Piscis) se vinculan desde la intimidad psicológica, el compartir de los corazones. Son muy emotivas y valoran que el otro también lo sea. Una vez que se "dan" son capaces de brindar gran comprensión y ayudarán al otro/a a entenderse mejor. Captan los más leves cambios en los estados de ánimo de los demás.

Las características de cada signo lunar implican "facilidades" naturales, por así decirlo. Pero no hay que olvidar que todas tenemos una Luna, es decir, un yo afectivo, que tiene necesidades universales de amor y aceptación. Cada persona tiene derecho a vivir relaciones que le nutran y le hagan sentir satisfecha, la primera de las cuales y más relevante es consigo misma.

Asimismo, todas tenemos emociones intensas que tenemos derecho a vivenciar y a expresar de la forma en que creamos conveniente. Al hacerlo, más alegría de vivir y espontaneidad afluirán inevitablemente a nuestra vida.

Y es que la Luna también es una parte indispensable de nuestra personalidad.

Aquí puedes encontrar un cálculo rápido de tu signo lunar:








jueves, 6 de octubre de 2011

Un ejemplo de talento: la carta natal de Steve Jobs


Quiero hablar hoy de la carta natal de Steve Jobs (1955-2011) como ejemplo de los talentos que se pueden observar en astrología.

De su carta me han llamado la atención tres aspectos:

  • Fuerte presencia del elemento agua.
  • Contacto de los tres planetas personales con planetas espirituales.
  • Abundancia de sextiles y trígonos que hablan de talentos potenciales muy originales.
En cuanto al primer aspecto, el agua (su Sol y Luna en Piscis, Saturno en Escorpio) está bastante presente en su forma de pensar y de relacionarse con la vida. El agua en astrología representa un elemento asociado a nuestras emociones, a la intuición profunda, a la conexión íntima con el yo y con todo lo viviente. El agua es un elemento que nos permite entrar en contacto profundo con lo más íntimo de nosotros mismos. Todos tenemos casas y signos de agua en nuestra carta astral porque, sin ellos, no podríamos mirar con lucidez a nuestro interior.

Steve Jobs tenía sus planetas personales en signos de agua y por eso abundaba en contacto íntimo con su yo y con su intuición. A este respecto recuerdo la lección que da en la Universidad de Stanford, cuando pide a los estudiantes que confíen en su intuición, porque confiar en ella significa confiar en que los puntos se unirán algún día y, las elecciones que hayas tomado, aunque parezcan ahora desordenadas, cobrarán un sentido. Era evidente que él se atrevió a seguir las intuiciones que sus signos de agua le indicaban y sabía de lo que hablaba.

En cuanto al segundo aspecto, el contacto de los planetas personales con los espirituales (Neptuno, Urano, Plutón), no es algo sencillo de llevar. Estos contactos producen experiencias y pensamientos distintos de lo "esperable" y "normal". Steve Jobs, en ese mismo discurso habla de lo desorientado que estaba cuando comenzó la Universidad. Era evidente que él "no encajaba" en lo que era una carrera universitaria "al uso" y por eso la abandonó. No fue fácil. No parece que dormir en las habitaciones de compañeros y pedir comida una vez por semana fueran experiencias sencillas de asimilar, pero el buen humor de sus signos de agua seguro que le ayudó a confiar, esperar, y sacarle el punto curioso y divertido de todo aquello. Disfrutó de lo que a él le interesaba. Y años después, lo convirtió en talento.

Eso me lleva al último punto, los sextiles y trígonos de su carta que hablan de sus talentos potenciales. Entre ellos, el que más me ha llamado la atención es el trígono de Saturno a Urano y a Júpiter. Steve tenía un talento natural para la técnica, la tecnología, y la visión futurista. Tenía la capacidad de "ver más allá" de lo que hay ahora y crear cosas nuevas. Se atrevía a perseguir nuevos conocimientos y experiencias y tenía una visión de águila o de conjunto importante. No se quedaba en los detalles. Unido a su Nodo Norte en casa 11 (unión de las personas y los grupos) es evidente que utilizó en su trabajo aquello para lo que estaba naturalmente dotado.

En resumen, Steve Jobs dio una creatividad muy personal y revolucionaria a sus talentos y a los retos que aparecían en su carta natal. Dejándose llevar por la intuición que su yo le señalaba, consiguió descubrir e innovar, algo que se le daba especialmente bien. Y además, nos benefició a todos los demás con sus inventos. Sirva este breve estudio de su carta como homenaje.







miércoles, 5 de octubre de 2011

Nuestros talentos y habilidades


Alguien me dio una vez una buena definición de lo que es talento: "talento es hacer algo bien sin que nos demos cuenta de ello".

Eso implica que nos puede costar reconocer nuestros talentos, porque estamos acostumbradas a ellos. 

Algunas mujeres son especialmente buenas comprendiendo los sentimientos de los demás, y estos siempre están a gusto en su presencia. Otras tienen una facilidad pasmosa para solucionar los problemas que a otros agobian. Las hay que son unas manitas y disfrutan arreglando cualquier cosa de la casa. También hay mujeres dinámicas cuya reserva de energía parece no agotarse nunca. Otras están especialmente dotadas para imaginar y crear con la mente mundos de fantasía. O para detectar los problemas potenciales que están latentes y que nadie detectó antes. Otras tienen una mente científica poderosa. O una mente filosófica. Otras bailan maravillosamente o se sumergen en el deporte con la tenacidad y el empeño de cualquier atleta. 

En fin, hay tantos talentos como personas en el mundo porque somos cada una de nosotras quien da expresión a nuestras energías y, por tanto, a nuestros talentos.

Lógicamente, todas hemos aprendido alguna vez los rudimentos básicos de aquello que ahora se nos da tan bien. Todas hemos tenido que aprender en algún momento a hablar, a andar, a nadar, a ver cómo funcionan las máquinas de alrededor, a observar, a leer, a pintar, o a desenvolvernos en cualquier ciencia. Ahora cuesta recordarlo, pero todas fuimos una vez aprendizas de nuestros propios talentos.

Los talentos se ven en la carta natal de forma potencial: algunos los hemos detectado y hemos aprendido a desarrollarlos y otros creemos que los tenemos dentro pero, por las circunstancias que sean, aún no hemos aprendido a convertirlos en una habilidad

Con la voluntad de abrirte a tus propias posibilidades, podemos explorar juntas tus talentos a través de la carta natal. Ese "primer paso" que demos, se puede convertir después en un maravilloso camino que explorar por ti misma.

martes, 4 de octubre de 2011

La capacidad de elegir



En la carta natal, el círculo central no es atravesado por ningún color. Permanece completo e inmaculado. Esto significa que, en ese espacio, en esa "habitación propia", somos completamente libres y creativas. Nada nos puede arrebatar esa libertad. Decidir desde ese centro, desde ese espacio interior, nos permite encontrar formas creativas de expresarnos en el mundo, sean cuales sean las circunstancias.

Quisiera poner un ejemplo de lo que la creatividad de una mujer ha sido capaz de hacer en medio de circunstancias realmente difíciles. Lo cuenta la escritora norteamericana Alice Walker en su libro "Buscando los jardines de nuestras madres". En él, repasa la historia de su infancia, viviendo en una casa paupérrima propia de la gente de color en la década de los '50. La casa era tan pobre y estaba tan alejada del colegio, que la niña se alegraba de que ningún niño de su clase la acompañara hasta allí.

Sin embargo, una vez entraba en casa, se sentía feliz. Su madre, aunque era una mujer joven sobrepasada por el duro trabajo del campo y el cuidado de sus cinco hijos y de su marido, bordaba los manteles y las sábanas, cocinaba las galletas y los bizcochos y decoraba la casa con detalles exquisitos y llenos de gusto. Toda la casa vibraba por dentro con su energía y la pequeña disfrutaba enormemente de estar allí.

La joven Alice Walker se dio cuenta, años después, de que lo que de verdad perseguía su madre con aquella decoración del hogar, era expresar su carácter de artista y lo hizo de la forma más creativa que sus circunstancias la permitieron, con el amor que había dentro de su corazón por su familia.

Y al final del relato, cuenta todo lo que ella aprendió de aquella mujer anónima que era su madre:

Su rostro, cuando preparaba este Arte suyo, es un legado de respeto que me deja, por todo lo que ilumina y ama la vida. Lo que me transmite es el respeto por las posibilidades; y la voluntad de aprovecharlas.

He querido poner este ejemplo porque creo que todas nosotras tenemos un Arte así dentro que, desde el corazón de nuestra libertad y autoestima, el mundo está esperando recibir cada día.




La importancia de la autoestima



La autoestima es un concepto vital e importante para la vida de cualquier persona. Muchas de nosotras, reflexionamos sobre ella cuando nos falta, cuando constatamos que no confiamos lo suficiente en nosotras mismas o que no tenemos valor o capacidad para transformar lo que nos molesta. Entonces decidimos que hay que hacer algo y comenzamos la búsqueda

Otras muchas, cuentan con una buena "reserva" de autoestima y son decididas, pero las dificultades de la vida o los problemas las dejan extenuadas, y también ellas deciden aprender cómo amarse más y mejor a ellas mismas.

Lo cierto es que la vivencia de la autoestima es subjetiva y muy personal. Varía a lo largo del tiempo y de las experiencias. Tampoco las creencias sociales ayudan porque, en ocasiones, se nos ha enseñado que sentir este amor por una es egoísta o desconsiderado. 

Pero, una vez ancladas en el respeto y el amor hacia una sin importar qué pase, la autoestima nos ofrece una luz que no tiene pérdida. Nos atrevemos a hablarnos interiormente con el mismo cariño con que hablaríamos a nuestros seres queridos. Encontramos soluciones creativas e ingeniosas para nuestras situaciones particulares. 

Nos sentimos más poderosas.

Comenzamos a hacer los cambios, pequeños o grandes, que son relevantes para nosotras. Descubrimos y potenciamos nuestras cualidades y habilidades. Integramos nuestras vivencias personales, afectivas y corporales. 

Somos fieles a nosotras mismas y defendemos nuestra propia visión. Ganamos en humor y perspectiva.

No siempre es sencillo recorrer este camino. Pero el apoyo, la comprensión y el soporte mutuo puede ayudarnos a no alejarnos de él.



La carta natal

Ejemplo de carta natal según el modelo Huber
                                     

En astrología psicológica la carta natal se estudia como el conjunto de energías que la persona tiene dentro de sí. Somos seres libres y creativos y cada una decide qué expresión dar a esas energías.

Algunas de estas energías son talentos en potencia que, con un poco de esfuerzo por nuestra parte, dan unos frutos maravillosos. Otras son más complejas y parecen difíciles, pero en realidad suponen retos que se convertirán en su momento en dones muy personales.

Cada persona es un mundo y la carta natal no puede agotar ese misterio, pero sí nos puede ofrecer unas "pistas" para andar el camino con más confianza en nosotras mismas. En realidad, todo lo que aparece en la carta natal son las cosas que interiormente sabemos que somos (esos sueños que siempre hemos albergado, esas cosas que en realidad sabemos que tenemos dentro) pero que, a veces, nos es tan complicado compartir con otros (¿Qué pensarán de mí si digo esto? ¿Me dirán que estoy loca si cuento lo que quiero hacer? ¿Realmente soy tan buena en esto como supongo?).

El estudio de tu carta natal, junto a tu reflexión personal y tus ganas de aprender, te puede proporcionar una confirmación muy íntima de esas intuiciones que tienes dentro.

Se puede utilizar para descubrir tu potencial, o en momentos en que intuyes que necesitas un nuevo rumbo pero andas desorientada, o por pura curiosidad y voluntad de autodescubrimiento.

En todos estos casos, espero que su estudio te brinde una hermosa oportunidad de crecimiento y desarrollo personal.