La autoestima es un concepto vital e importante para la vida de cualquier persona. Muchas de nosotras, reflexionamos sobre ella cuando nos falta, cuando constatamos que no confiamos lo suficiente en nosotras mismas o que no tenemos valor o capacidad para transformar lo que nos molesta. Entonces decidimos que hay que hacer algo y comenzamos la búsqueda.
Otras muchas, cuentan con una buena "reserva" de autoestima y son decididas, pero las dificultades de la vida o los problemas las dejan extenuadas, y también ellas deciden aprender cómo amarse más y mejor a ellas mismas.
Lo cierto es que la vivencia de la autoestima es subjetiva y muy personal. Varía a lo largo del tiempo y de las experiencias. Tampoco las creencias sociales ayudan porque, en ocasiones, se nos ha enseñado que sentir este amor por una es egoísta o desconsiderado.
Pero, una vez ancladas en el respeto y el amor hacia una sin importar qué pase, la autoestima nos ofrece una luz que no tiene pérdida. Nos atrevemos a hablarnos interiormente con el mismo cariño con que hablaríamos a nuestros seres queridos. Encontramos soluciones creativas e ingeniosas para nuestras situaciones particulares.
Nos sentimos más poderosas.
Comenzamos a hacer los cambios, pequeños o grandes, que son relevantes para nosotras. Descubrimos y potenciamos nuestras cualidades y habilidades. Integramos nuestras vivencias personales, afectivas y corporales.
Somos fieles a nosotras mismas y defendemos nuestra propia visión. Ganamos en humor y perspectiva.
No siempre es sencillo recorrer este camino. Pero el apoyo, la comprensión y el soporte mutuo puede ayudarnos a no alejarnos de él.
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