¿Te exiges mucho a ti misma?

Al hilo de lo que hablábamos sobre Virgo y la casa 6, hoy vamos a tocar el tema del perfeccionismo (la discriminación y atención al detalle de Virgo puede desembocar ahí).


A este respecto, me parece buena una distinción hecha por el coaching: la diferencia entre Exigencia y Excelencia.

Exigencia la tenemos con nosotras mismas cuando perseguimos la perfección; queremos que nuestros actos y nuestras obras sean "perfectos" (por cierto, ¿quién nos metió esa idea en la cabeza?). 

La perfección "castiga" o reprende el error. Por eso, a veces somos tan duras con nosotras mismas y la voz interna nos dice "lo has hecho mal", "qué tonta eres", "no vales", "no deberías haber cometido ese fallo", etc.

La exigencia nos hace sentir una variada gama de sentimientos; vergüenza, culpa, autocastigo, obsesión, etc.

La Excelencia, por el contrario, no castiga el error, pues lo ve como algo necesario y natural en la vida. El error es una consecuencia de probar y arriesgarse, es una demostración de coraje y valentía o, simplemente, es una parte más de nuestra naturaleza humana.

Posiblemente los peores errores de nuestra vida, son los que no cometemos.

Por supuesto que a ninguna le gusta equivocarse, pero los errores nos ayudan a reflexionar, probar estrategias nuevas, aceptar nuestros límites, reconciliarnos con nuestra humanidad y ser humildes... el error, por tanto, nos conduce al éxito como seres humanos, al logro de nuestros objetivos y a la tranquilidad interior. No hay fracaso en un error, sólo en la negativa a aceptarlo o en no atreverse a cometerlo.

"Si cerráis la puerta a los errores, también la verdad se quedará fuera" Rabindranath Tagore

Como dice Miriam Ortiz de Zárate (experta en coaching) "La excelencia no mira tanto el hacer y los resultados, como el ser y mi compromiso con mis objetivos, con aquello que es prioritario para mí. La excelencia se centra en el proceso, en el camino, más que en la meta".

¿Estás de acuerdo? ¿Qué crees que te ha aportado cometer errores?


Os dejo un interesante enlace sobre este tema:
Miriam Ortiz de Zárate: "Exigencia versus Excelencia"